Es de tarde y Clara está echada en su cama perfectamente destendida. Un brazo en la almohada, el otro sobre el colchón. Se quedó pensando en la vida, como lo hace cada tarde. Estoy harta de los cumpleaños feos, de las Navidades tristes y de los Años Nuevos sola. Siempre estás tú destruyéndome antes de estas fechas y solo me queda ese sinsabor horrible de que las cosas no salen como deberían. Esta es una mierda intermitente, siempre ocurre el desastre cuando estamos cerca a los días de celebración. ¿Cuántos años más de mi vida? Cada año debería ser mejor que el anterior, sin embargo siempre falla algo, siempre está incompleto, y todo vuelve a decaer -otra vez el sentimiento de soledad ¿no?- Basta. Cierra los ojos y piensa en esta extraña reflexión. Sentía los ojos húmedos, pero no dejó caer ninguna lágrima. Poco a poco su mente comienza a divagar en la oscuridad. No pasa mucho tiempo y se queda dormida.